Ahí pa'l chesco güerito

En nuestro extraño/hermoso/apocalíptico defectuoso (también en otras ciudades) existen esos peculiares personajes llamados cuida coches, también conocidos como lava coches aunque mejor conocidos como viene vienes.
En donde trabajo a veces, ese lugar también conocido como la oficina, han desfilado infinidad de estos personajes, para ellos es un territorio sin dueño, a veces viene uno, a veces otro, no como en otras calles donde tienen ciertos propietarios que la hacen suya y hacen de las suyas.
Entre estos sujetos que han pasado por esa calle, ultima mente hemos estudiado a dos.

Sujeto A: Hace muchos años mi hermano y yo le decíamos el loco. Tendríamos unos 13 o 14 años, fuimos a recoger la bici de mi hermano al tallercillo de la esquina, le iba comprando pieza por pieza, a esa edad puedes trabajar eventualmente y eventualmente le compraba las piezas, hasta que armó varias bicis muy fregonas, lástima que después abandonó el ciclismo, pero bueno; íbamos saliendo del taller, la bici no tenía pedales y el loco se nos acerca y nos dice que si se la prestábamos para dar una vuelta, obviamente dijimos que no, pero pusimos de pretexto que no tenía pedales, el, obviamente sacó una respuesta rápida y dijo que tenía unos pedales a la vuelta, que se la prestáramos y el se los ponía. Mi hermano y yo nos miramos, reímos y desde entonces le decimos el loco.
Algún tiempo estuvo ahí "trabajando", pero luego desapareció varios años, hasta que un día volvió. Pero era diferente, empezamos a ver como iba decayendo cada día, hasta que ya no podía ni caminar, iba todos los días pero no "trabajaba", a veces molestaba a las mujeres que pasaban y alguna vez se lo llevó la patrulla, hasta que un día desapareció.
Meses después apareció de nuevo, bañado y con ropa limpia, pero de nuevo, pasaron los días y empezó a decaer, estos son tiempos actuales, llega a eso de las 10, con las primeras monedas que recibe se va a comprar una garrafita de mezcal y un vasito, y empieza la decadencia, cruza la calle sin siquiera mirar a los coches, quiere ayudar a bajar a la gente, ofreciéndose a abrir la puerta, pero la gente le tiene miedo y no se baja/sube al coche por esto, trata de limpiar los retrovisores con un trapo más sucio que mis tenis, pero por alguna razón logra esconderse cuando pasa la patrulla, muchos vecinos llaman a los polis para que se lo lleve, pero tiene como un instinto especial.

Sujeto B: Es un viene viene relativamente reciente en la zona. Es muy característico porque en las mañanas llega muy animado y empieza a hacer bien su trabajo, hasta convence a algunos clientes de lavar su coche, después de lavar unos tres el sujeto b desaparece, regresando tiempo después un poco diferente, y yo supongo, sin dinero, por lo que de nuevo se pone a "trabajar", junta un poco más y vuelve a desaparecer, pero como siempre, al rato regresa, pero ya tambaleándose, con trabajos se mantiene en pie, pero para esto ya es de noche, y es hora de irse. Al otro día regresa. O no.

Ahora, un análisis comparativo de sujeto a y sujeto b y las teorías del porque no pueden trabajar juntos, o porque al principio no se les veía juntos.

En las primeras apariciones del sujeto b, el sujeto a no se veía por ningún lado, como si se hubiera ido de vacaciones, después regresó y sujeto a ya no estaba, pensábamos que se turnaban o algo así, como si fueran un equipo. No. Un día vimos llegar a sujeto b cuando sujeto a ya estaba ahí, algo se dijeron y rápidamente se separaron, sujeto b se fue a un extremo de la calle y sujeto a al otro extremo, pero no podían trabajar juntos, minutos después desaparecieron.
Esto despertó el interés de mi compañero de oficina, y formuló su famosa teoría de la anulación/repulsión/desaparición, con la cual yo llegué a otra teoría en base a la suya.

Las teorías.
Cuando sujeto a y sujeto b se juntan sucede algo así como la materia y antimateria, una especie de anulación/repulsión/desaparición que las leyes de la física y la matemática actual no pueden demostrar, pero mi compañero esta trabajando en eso.
En cuanto a mi teoría, se basa en esa desaparición instantánea y las leyes "comunes" de la física, en que la materia no se crea ni se destruye, así que pensé en qué le pasaba a sujeto a y sujeto b.
La respuesta estaba en los ciclos de visita y encuentros. Al desaparecer son enviados a puntos equidistantes del origen del encuentro, pero en lugares aleatorios de la ciudad, esto es deducido del estado en el que llegan algunas veces o el tiempo en que tardan en volverse a encontrar ambos sujetos.

Actualmente los miembros de la oficina nos encontramos trabajando en una teoría revolucionaria que explicaría el extraño estado de ánimo de los emos y no es precisamente hormonal, pero no puedo revelar más detalles, en su momento será publicado en este medio, ... o el science.