miércoles, agosto 18, 2010

Canción para despertar


Sólo así.
Guitarra y voz.
Sólo así.

domingo, agosto 08, 2010

Bueno. Si no. No.

...
Shall I part my hair behind? Do I dare to eat a peach?
I shall wear white flannel trousers, and walk upon the beach.
I have heard the mermaids singing, each to each.

I do not think that they will sing to me.
...

Un cachito más de T.S.E.

sábado, agosto 07, 2010

Si, yo era ese tipo

Yo era ese tipo con la camiseta de Bukowski. El Señor, sentado, de lado, en la diestra sostiene un cigarro, en la otra lo que parece un Muller Thurgau, claro que en mi camiseta eso no se ve, no es una fotografía, eso lo se yo porque lo he visto, alguna vez lo he visto, por ahí hay otra botella, y está hablando a un micrófono, porque no creo que lo hayan estado escuchando, seguramente eran sujetos igual de idiotas que yo, si me hubiera visto con esta camiseta seguro me reventaba la botella en la cabeza. Ojalá lo hubiera hecho. Lo que no vi fue ese coche que pasó con unas chicas, bueno, sí lo vi, pero muy tarde, escuché que me chiflaron y luego algo gritaron, pero por culpa de estos horribles audífonos que eliminan el sonido externo no entendí si me mentaron la madre o querían decirme algo más.
Yo sólo iba por unas cervezas para poder seguir leyendo.
Y seguiré leyendo. Sólo vine para tratar de seguir regresando a este lugar.

Sí. Yo era ese tipo con la camiseta de Bukowski.


Y, ¿qué escuchaba?
Esto:
You take a walk with me, back to the sea
You take a walk with me, back to the beach
Just out of reach


Some people never go crazy
What truly horrible lives they must lead
-Charles Bukowski

viernes, agosto 06, 2010

Un Johnson fuera de borda

Siento que me muevo, abro los ojos. Es mi madre. -Vístete, ya se van.
Me levanto y me preparo a toda velocidad, son las cinco de la mañana, es miércoles, en cuatro horas se supondría que tendría que ir a esa escuelita que había en frente de los viveros, faltaría, pero ahí no importa, sólo tengo cinco años. Iré a pescar con mi padre y bisabuelo.
Dos horas de camino. Dos horas viendo esa carretera, no me duermo, desde entonces no me duermo en la carretera. Curvas e historias de los sujetos que están enfrente, se escuchan lejanos o mejor dicho, yo estoy lejos, perdido en mi viaje.
Llegamos a las cabañas, dejamos las cosas y sacamos el equipo. En el muelle nos espera el Cerillo, era el que preparaba la lancha, la Gaby, motor Johnson fuera de borda de 40hp, de esos viejitos grandes, tres asientos, dos individuales adelante y otro largo atrás.
Olor a gasolina, grasa, humo, agua, madera, curricanes. Delicioso olor.
Giraba la llave y encendía el motor, palanca hacia el frente y a pescar.
Durante tres horas nadie hablaba, sólo se escuchaba el sonido de las cañas cortando el aire y el pequeño pecesito de plástico cayendo a lo lejos, carretes girando y a lo lejos las lanchas rápidas con los esquiadores que empiezan a salir.
En algún momento da hambre. Siempre ese momento es a las 11, sacábamos el pan dulce, café, leche, chocolate. Maravilloso. Al terminar el viento ya es más fuerte y la presa se pica, así no se puede pescar, hay que regresar.

Desde esa ventana se puede ver la presa. Por las noches llueve. Todas las noches llueve y caen los relámpagos dividiendo la ventana en dos. Se escucha la lluvia, hasta en los sueños se escucha la lluvia, tal vez por eso se duerme tan bien.

Valle de Bravo

Tal vez por eso, 22 años después me sigo despertando a esa hora, esperando que me digan a pescar.
Tal vez por eso me sigue dando hambre a las 11.
Tal vez desde entonces estoy perdido en mi viaje.
Y hoy simplemente me acordé de esas salidas a pescar.