viernes, marzo 14, 2008

Y ya que estamos con eso de encontrarse a uno mismo...*

Era un jueves, como todos esos jueves en que salíamos por una chela. Una para empezar, porque no podemos tomar de dos en dos. Aún.
Salíamos de aquel barsucho que apestaba, pero la cerveza era muy barata y la botana gratis, frita con aceite de coche, tristes rines de a peso el kilo. Del kilo deben salir algo así como unos cuatrocientos veintisiete rines, los echas al aceite (de coche) hirviendo y listo, se inflan y los das en un barsucho barato apestoso.
Caminábamos a casa, reileando** la pared y se cruzó aquel bar nais y caro, de donde éramos muy conocidos. Sin querer volteamos o eso queremos pensar, en realidad uno en esos estados no ve muy bien. El sujeto de la entrada nos saludó a lo lejos y, pues tuvimos que ir a saludar.
Cuando nos dimos cuenta ya estábamos adentro, en la mesa de siempre con una jarra que jamás nos acabaríamos solos. Nunca solos, porque invitábamos a chupar a los meseros, los cuales con una habilidad digna de un video de youtube sacaban su tarro, servían su cerveza, brindaban y en un suspiro acababan con el, más rápido de lo que se tarda una grúa en llevarse un coche al corralón.
Discutíamos como de costumbre sobre alguna banda que tocaba alguna canción en algún álbum en algún año en algún momento del momento que nos recordó algo, mientras de fondo sonaba Like a rolling stone del maestro, sólo interrumpíamos nuestra discusión para gritar el coro, asentir, dar otro trago y seguir discutiendo.
Al otro lado del bar entran dos sujetos, de unos cincuenta y tantos, uno alto, medio pelón, pero con los restos de pelo largos, barba larga y narizón, el otro con lentes, pelo largo también, no tan alto como el compañero, ambos sujetando sus vasos y una botella de ron. Con trabajos se sientan en sus lugares, reileando con la pared logran su cometido y empiezan a platicar.
Pasaron unos minutos y noto que esos tipos tienen cierto parecido al Oscar y a mi, pero dentro de unos años. Mi compañero voltea y se asombra, 'cierto' me dijo, 'además el tú trae una pluma como la tuya', asentí y con asombro dijo: 'y creo que me está dibujando'. Notamos con sorpresa que efectivamente, estaba dibujando al Oscar en una servilleta. Notaron que los veíamos y levantamos nuestro tarro para brindar. Ellos hicieron lo propio y unos instantes después estábamos bebiendo y cotorreando alegremente, futuro-pasado en una mesa de un bar en una noche de jueves, como esos jueves que salíamos por una chela, y con una chela terminábamos, porque no podemos terminar con dos, porque no sería terminar, sería seguir.



*Léase el post de ayer
**Dícese de los sujetos que debido a las condiciones causadas por las reacciones químicas en su organismo debido a los líquidos fermentados tienden a caminar apoyados en la pared, sin poder separarse de ella, en caso contrario caerían, cual tren descarrilado.

4 comentarios:

the lines on my face dijo...

jajajaja, eso de verse en el futuro está muy loco... tal vez ustedes dos logren crear una máquina del tiempo y regresaron en el tiempo a verse las caras y tratar de darse a entender que iban por buen camino, jajajaja, si si claro... jajaja jajajaja jajajaja lo siento ataque de risa jajajaja, abrazos

Lodi dijo...

A mis hermanas y a mi nos tocó nuestras yos del futuro en una parada del camión... Fue tan "acurate"!

Andrés dijo...

si me imagino bien cual es el bar de antes, si es recaro y remalo ahora, la ultima vez la cerveza sabia retemal, pensamos en ir ahi pero... la verdad ayer no tome nada, ya hoy me puse al correitne pero me imagino y espero que sigamos todos viviendo por aqui aunque sea eventualmente y sigamos disfrutando de este lugar eso si permanentemente

Linda dijo...

Hay un cuento de Borges donde el se encuentra con su yo futuro...evidentemente las situaciones que comentas son "ligeramente" mas chuscas, jejejeje