Instrucciones...(dos años después)

Una guitarra eléctrica transforma las vibraciones de sus cuerdas mediante un transductor, mejor conocidos como pastillas, estas ondas transformadas viajan desde la cabeza del que las toca, impulsos que viajan por los brazos hasta los dedos, moviendo los músculos de los brazos y dedos para generar estas ondas, se transmiten por su guitarra o bajo para ser amplificadas mediante un sin fin de circuitos y electroimanes que transformarán esas ondas haciéndolas crecer para que puedan viajar por el aire a grandes distancias.
Hasta que chocan.
Chocan con personas.
Personas que no solo escuchan las ondas.
Ondas que vibran.
Vibran sus cuerpos.
Cuerpos que siguen vibrando hasta un día después, pestañeando todavía debido a las luces que deslumbraban durante los estallidos de sonido en cada canción, cuando eres llevado hasta lo más bajo y lento de la conciencia, cuando tienes que concentrarte para seguir las tres guitarras, el bajo y la batería no es más que un toquesito al platillo para sentir que sigue ahí. Hasta ese instante donde todo explota y sientes el golpe de las ondas que generaron esas cinco cabezas mediante todo el proceso, que se repite, estas ondas viajando por nuestros cuerpos hasta los pies, pasando por el suelo y toda la estructura del edificio, viajando por la corteza terrestre unos cuantos kilómetros hasta llegar al manto para perderse por todo el planeta para ser expulsadas como al infinito en energía. Quien sabe, tal vez algún día generen algún sismo, o serán parte del magnetismo de nuestro planeta viajando por el espacio y chocando por ahí, haciendo vibrar otros planetas y tal vez regresar para volver a chocar con esas cinco cabezas y ellos estallar de nuevo en otras ondas que nos hagan vibrar, y que toda la noche tenga ese biiiiiii en los oídos que me recuerda que vi a una de las mejores bandas que hay en la actualidad, y aunque últimamente sea algo raro ir a esos conciertos por la gente que ahora va, porque la última vez eran puros fanáticos, conocedores de la banda y el género, esta vez fue algo distinto, mucha gente que no tenía idea de lo que era y no entendía que estaba viendo, y no entendió nada, comentarios a la salida del estilo de: 'demasiado ruidoso', 'muy fuerte el sonido' y otras estupideces.

Quedó demostrado que no puedo evitar brincar y sentir cómo quiere salir el corazón por la boca cada vez que hacen ese cambio en Like Herod. Sabía que vendría el mazazo, lo sabía, pero aun así brinqué del terror, me concentro demasiado y de pronto todo se pone de colores.

Like Herod - Mogwai, una versión de mayo de este año...
no se escucha tan impresionante por la calidad del audio, pero de verdad que en vivo es impresionante.