Llegué hace rato, acabo de comer, 26 horas sentado y sin comer son muchas, lo bueno que mi madre estaba en casa y había comida, quería comida de casa, 20 días sin ella, ya extrañaba.
Me siento raro, desde que venía entrando el autobús al df, que todo se empieza a poner gris y borroso, ya me había acostumbrado a ver todo azul y verde, ya me había acostumbrado al otro teclado y sus acentos raros, ya me había acostumbrado a estar sudando todo el día, ahora tengo frío, estoy cansado pero tengo ganas de caminar, tanto tiempo sentado no puedo estar y necesito salir un poco, aunque sea por aquí, que no es tan gris, hay muchos árboles, y aunque creo que lloverá, no importa, ya veré que pasa.
Acabo de entrar a mi bloglines, donde leo todos los blogs que visito, tenía más de 200 entradas sin leer, así que me tomará algo de tiempo ponerme al corriente, por lo pronto, ya estoy de regreso y disfrutaré de los últimos días de vacaciones.
1 comentario:
La comida casera siempre nos cae del cielo...
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