Mucho tiempo sin poner nada.
Sin hacer nada de procrastinación, lo poco que pude hacer fueron unos tristes twiterazos, pero hasta eso, chafitas.
Pero ahora tengo un poco de tiempo. Aprovecharé que el Destruyín me habló por tel y coincidió que estuviera detenido en un cruce para que pudiera sentir el teléfono, contestar y escuchar el sonido de la felicidad cuando te dicen que no tendrás clase, uno ya lo sabe, desde que le llaman justo antes de la clase. Lo sabía y ahora a disfrutar. Bueno, la verdad no tanto.
Primero algo de blogs y luego a trabajar todo lo que no trabajé el fin de semana.
Y será una andanada de post.
Me gusta la palabra andanada, sobre todo cuando está seguida, como tantas veces las escuché: andanada de hostias. Lo imaginaba como una ametralladora de golpes tirando certeramente a su objetivo hasta hacerlo explotar.
Y no estaba tan mal, según la RAE:
andanada.
(De andana1).
1. f. Descarga cerrada de toda una andana o batería de cualquiera de los dos costados de un buque. U. t. en sent. fig. Una andanada de improperios
Fin
(de este post)
1 comentario:
ni dijiste nada... una andanada de nada...
loquiiito, escribe escribe con ese café inspirador... lástima que no supiste antes sino hasta dormíamos más siestita... besos y besitos
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