¿Hasta qué punto pueden los "nuevos" medios influyen en lo que hacemos?
¿Lo que ellos dicen es lo que está bien?
¿Está bien que les hagamos caso?
El sábado pasado, como ustedes seguramente saben, fue la 'hora de la Tierra'.
Durante una hora se tenía que apagar la luz.
Participaron los gobiernos federal y del D.F., algo difícil en el país en el que vivimos, eso fue lo que me hizo reflexionar sobre lo que realmente representa el hecho de poner a todos de acuerdo en algo. Cualquier cosa. En este caso, un acto que parece de buena fe, tratar de salvar al planeta, concientizar a la gente.
Dudo que sea un medio para lograrlo.
Antes de seguir, debo decir que en casa si apagamos la luz. Y durante esa hora discutimos sobre asuntos similares, y cómo mucha gente no hizo caso, tal vez ni se enteró, sobre todo en ciertos sectores de la población.
Los patrocinadores, los cuales veo en la página principal de los organizadores, son cosas que realmente no sirven para nada, bueno, sólo una, tal vez, google por su función como buscador, pero las demás, Youtube, Twitter, Facebook, Flickr no aportan nada al planeta, mucho entretenimiento, aclaro, tengo cuenta en todas esas cosas.
Vivimos en un país donde la democracia se rige por el 'voto útil', no importa el sistema ni las ratas que nos gobiernan, el pueblo elige al 'menos peor', inventan peligros para México, los cachan robando, como la canción de Janes Addiction y regresan para postularse para otro puesto. Y votan por ellos.
¿Será importante apagar la luz una hora?
¿Servirá de algo?
No lo creo.
Como siempre tenía muchas cosas en la cabeza, pero ya se me olvidaron, ahora sólo puedo pensar en que tengo que estudiar geoquímica y cómo encontrar contaminantes en el ambiente. Nos han enseñado cosas tan increíbles que si la gente se enterara se preocuparía más por el ambiente, y no por apagar la luz una hora de la semana.
Si alguien quiere enterarse de esas cosas increíbles, pregunte, yo las cuento, pero por ahora es todo.
lunes, marzo 30, 2009
jueves, marzo 26, 2009
El flautista del beatboxing
Su nombre es Greg Pattillo
Y está loco
Pedro y el Lobo:
Fables, original de Charles Mingus, tocada por este loco y sus amigos:
Gracias a Nora por pasarlo.
Y está loco
Pedro y el Lobo:
Fables, original de Charles Mingus, tocada por este loco y sus amigos:
Gracias a Nora por pasarlo.
lunes, marzo 23, 2009
El rey de la selva
(taller la selva)
Creatividad gracias a nuestras autoridades que no nos cuidan.
El humor da un poco de esperanza.
Sólo en México.
Gracias a Bernal por mandar esta maravilla.
Creatividad gracias a nuestras autoridades que no nos cuidan.
El humor da un poco de esperanza.
Sólo en México.
Gracias a Bernal por mandar esta maravilla.
Have a nice life
-Ya hay demasiado en la red sobre los conciertos de Radiohead en México, sólo pondré un pequeño debraye-comentario-
Cuando escuchas una canción no sólo es el sonido.
Generas algo más en tu mente, en algún lugar provocas que tu imaginación trabaje, escuchas una historia, sigues la melodía, te mueves, te hace bailar, ves cosas, imágenes, figuras sin sentido, con sentido o colores y tonos.
Hay canciones que me las imagino de ciertos colores, y van cambiando según el instante de la canción.
Nunca me había dado cuenta de eso.
Hasta el domingo pasado. Cuando empezó No surprises, la cortina gigante de leds empezó a variar los tonos de azul y púrpura en el fondo. Ahí me dí cuenta que así me la imaginaba, justo en esos tonos. Después busqué más coincidencias en las otras canciones, y no variaban mucho, casi todas eran tonos muy parecidos a lo que yo coloreaba en mi cabeza, no en todas, algunas sólo veo la canción, o recuerdos de lugares donde la he escuchado, pero en general, los mismos tonos.
Ver a Radiohead en vivo no sólo es ver a una banda en vivo. Pueden mostrar más de lo que otras bandas logran. Son tipos que saben lo que hacen, desde que empezaron a hacer lo que hacen, hacen lo que les gusta. No lo que los demás quieren.
En cierta forma creo que se burlaron de nosotros al final del concierto del lunes, justo antes de la última, que todo mundo sabe cuál es.
Radiohead es sólo una banda.
La música es... lo que debe ser.
Cuando escuchas una canción no sólo es el sonido.
Generas algo más en tu mente, en algún lugar provocas que tu imaginación trabaje, escuchas una historia, sigues la melodía, te mueves, te hace bailar, ves cosas, imágenes, figuras sin sentido, con sentido o colores y tonos.
Hay canciones que me las imagino de ciertos colores, y van cambiando según el instante de la canción.
Nunca me había dado cuenta de eso.
Hasta el domingo pasado. Cuando empezó No surprises, la cortina gigante de leds empezó a variar los tonos de azul y púrpura en el fondo. Ahí me dí cuenta que así me la imaginaba, justo en esos tonos. Después busqué más coincidencias en las otras canciones, y no variaban mucho, casi todas eran tonos muy parecidos a lo que yo coloreaba en mi cabeza, no en todas, algunas sólo veo la canción, o recuerdos de lugares donde la he escuchado, pero en general, los mismos tonos.
Ver a Radiohead en vivo no sólo es ver a una banda en vivo. Pueden mostrar más de lo que otras bandas logran. Son tipos que saben lo que hacen, desde que empezaron a hacer lo que hacen, hacen lo que les gusta. No lo que los demás quieren.
En cierta forma creo que se burlaron de nosotros al final del concierto del lunes, justo antes de la última, que todo mundo sabe cuál es.
Radiohead es sólo una banda.
La música es... lo que debe ser.
you're drunk you silly old fool, still you can not see
Muchos ya lo saben, estuvieron ahí, otros muchos no estuvieron, y otros tantos no lo saben.
El pasado 15 del presente mes, (que cagado se oye eso), fue mi cumpleaños, y lo celebré, o mejor dicho, fui celebrado el 13.
Fui celebrado porque yo no me acuerdo.
Tengo recuerdos vagos, ... (pausa por la coincidencia, en estos momentos empezó a sonar una bonita canción que habla sobre mi estado aquel día, bueno, muchos días, pero más ese día, Seven Drunken Nights, versión de los Flogging Molly, casi fueron las 7, pero no, ya estoy muy viejo para eso, o muy joven, o muy pobre. Martes de mezcales, jueves de pizzas, viernes-sábado de fiesta, domingo de concierto y lunes de concierto).
Los últimos recuerdos que tengo fueron de estar brindando con mi tarro vacío, después de haber tirado varios mililitros sagrados de cerveza al piso y todos haciendo que siguiera brindando, pero yo ni en cuenta de que ya ni traía chupe.
Lo siguiente que recuerdo fue despertar con mucha hambre, descubrir que en los brazos tenía mensajes de felicitación por parte de mis amigos, después descubrí que también en la espalda. Que detalle caray. No tenían para tarjetas, pero siempre está la piel del festejado inconsciente para demostrarle la amistad.
Mientras la persona más a toda madre del mundo preparaba mi desayuno salí a comprar mi acostumbrado periódico sabatino, todavía medio borracho, con la cara de borracho, pelo de borracho y andar de borracho regresaba a casa de Ana, y me encontré a mi maestra de Geoquímica (que como saben vive dos pisos arriba), y desde lejos me vio y me dijo: qué tal estuvo la fiesta?, yo no tuve de otra más que decir, bien bien, pero ella se apuró a contestar que estaba bien, que no había problema, que pudo dormir y que hasta le gustó la música que hubo. Aunque yo no recuerdo haberle subido mucho, la verdad no me gusta molestar a los vecinos, ya tendrían suficiente los viejitos de abajo con tanto zapateado, tal vez fue cuando yo ya estaba 'refrescándome' a esas horas de la madrugada cuando a mis primos se les bota la canica y hacen de las suyas con la música. Ya aprenderán un día, el karma los castigará. Mi amigo Earl me lo enseñó.
Y pues eso es lo que recuerdo de mi cumpleaños.
Claro, y la comida que preparó Ana, el jamoncito con queso, champiñones, la pizza, el pie y todo lo demás que no probé.
Gracias a Edu por las pasitas. Culpables de mi repentino abandono.
Gracias a los que fueron.
Gracias a los que fueron que yo no conocía y los conocí por las fotos.
Gracias a los que avisaron que no iban.
Y gracias a ti que leíste hasta aquí.
El pasado 15 del presente mes, (que cagado se oye eso), fue mi cumpleaños, y lo celebré, o mejor dicho, fui celebrado el 13.
Fui celebrado porque yo no me acuerdo.
Tengo recuerdos vagos, ... (pausa por la coincidencia, en estos momentos empezó a sonar una bonita canción que habla sobre mi estado aquel día, bueno, muchos días, pero más ese día, Seven Drunken Nights, versión de los Flogging Molly, casi fueron las 7, pero no, ya estoy muy viejo para eso, o muy joven, o muy pobre. Martes de mezcales, jueves de pizzas, viernes-sábado de fiesta, domingo de concierto y lunes de concierto).
Los últimos recuerdos que tengo fueron de estar brindando con mi tarro vacío, después de haber tirado varios mililitros sagrados de cerveza al piso y todos haciendo que siguiera brindando, pero yo ni en cuenta de que ya ni traía chupe.
Lo siguiente que recuerdo fue despertar con mucha hambre, descubrir que en los brazos tenía mensajes de felicitación por parte de mis amigos, después descubrí que también en la espalda. Que detalle caray. No tenían para tarjetas, pero siempre está la piel del festejado inconsciente para demostrarle la amistad.
Mientras la persona más a toda madre del mundo preparaba mi desayuno salí a comprar mi acostumbrado periódico sabatino, todavía medio borracho, con la cara de borracho, pelo de borracho y andar de borracho regresaba a casa de Ana, y me encontré a mi maestra de Geoquímica (que como saben vive dos pisos arriba), y desde lejos me vio y me dijo: qué tal estuvo la fiesta?, yo no tuve de otra más que decir, bien bien, pero ella se apuró a contestar que estaba bien, que no había problema, que pudo dormir y que hasta le gustó la música que hubo. Aunque yo no recuerdo haberle subido mucho, la verdad no me gusta molestar a los vecinos, ya tendrían suficiente los viejitos de abajo con tanto zapateado, tal vez fue cuando yo ya estaba 'refrescándome' a esas horas de la madrugada cuando a mis primos se les bota la canica y hacen de las suyas con la música. Ya aprenderán un día, el karma los castigará. Mi amigo Earl me lo enseñó.
Y pues eso es lo que recuerdo de mi cumpleaños.
Claro, y la comida que preparó Ana, el jamoncito con queso, champiñones, la pizza, el pie y todo lo demás que no probé.
Gracias a Edu por las pasitas. Culpables de mi repentino abandono.
Gracias a los que fueron.
Gracias a los que fueron que yo no conocía y los conocí por las fotos.
Gracias a los que avisaron que no iban.
Y gracias a ti que leíste hasta aquí.
Una andanada de improperios
Lo siento.
Mucho tiempo sin poner nada.
Sin hacer nada de procrastinación, lo poco que pude hacer fueron unos tristes twiterazos, pero hasta eso, chafitas.
Pero ahora tengo un poco de tiempo. Aprovecharé que el Destruyín me habló por tel y coincidió que estuviera detenido en un cruce para que pudiera sentir el teléfono, contestar y escuchar el sonido de la felicidad cuando te dicen que no tendrás clase, uno ya lo sabe, desde que le llaman justo antes de la clase. Lo sabía y ahora a disfrutar. Bueno, la verdad no tanto.
Primero algo de blogs y luego a trabajar todo lo que no trabajé el fin de semana.
Y será una andanada de post.
Me gusta la palabra andanada, sobre todo cuando está seguida, como tantas veces las escuché: andanada de hostias. Lo imaginaba como una ametralladora de golpes tirando certeramente a su objetivo hasta hacerlo explotar.
Y no estaba tan mal, según la RAE:
andanada.
Mucho tiempo sin poner nada.
Sin hacer nada de procrastinación, lo poco que pude hacer fueron unos tristes twiterazos, pero hasta eso, chafitas.
Pero ahora tengo un poco de tiempo. Aprovecharé que el Destruyín me habló por tel y coincidió que estuviera detenido en un cruce para que pudiera sentir el teléfono, contestar y escuchar el sonido de la felicidad cuando te dicen que no tendrás clase, uno ya lo sabe, desde que le llaman justo antes de la clase. Lo sabía y ahora a disfrutar. Bueno, la verdad no tanto.
Primero algo de blogs y luego a trabajar todo lo que no trabajé el fin de semana.
Y será una andanada de post.
Me gusta la palabra andanada, sobre todo cuando está seguida, como tantas veces las escuché: andanada de hostias. Lo imaginaba como una ametralladora de golpes tirando certeramente a su objetivo hasta hacerlo explotar.
Y no estaba tan mal, según la RAE:
andanada.
(De andana1).
1. f. Descarga cerrada de toda una andana o batería de cualquiera de los dos costados de un buque. U. t. en sent. fig. Una andanada de improperios
Fin
(de este post)
viernes, marzo 20, 2009
domingo, marzo 01, 2009
... All of the power was consolidated into the hands of a bunch of super-wealthy asshole haciendados...
La historia nunca ha sido mi fuerte. Alguna vez casi me corren de la secundaria por reprobar historia. Al final pasé, sin problemas.
La cuestión es que es cuestión de actitud.
Y de cómo te la cuenten.
Este semestre en dos clases me están re-enseñando historia, en una porque el programa lo dice y en otra porque el profesor es bien grillero y se rifa contando sobre historia.
Pero ese no es el punto.
Bueno, si es el punto, la historia. Disculpen, anoche fui a una fiesta de petroleros y me siento más tonto que de costumbre.
Entonces, la historia. Todo depende de cómo te la cuenten.
¿Cómo me puedo acordar de cientos de capítulos de los simpson y sus diálogos y grandes escenas?
No lo se, tal vez la mitad de mi cerebro (esa partecita de la mitad que si funciona) sólo trabaja para esa caricatura.
Claro que si me hubieran enseñado historia como en ésta página, otra cosa hubiera sido. De mi claramente. No de la historia. A que tonto soy.
La lista empieza con DarthVader, pasando por Al Capone, Ivan Drago, Genghis Khan, George Washington, Simón Bolivar, Ramsses II, Zinedine Zidane, y muchos más.
¿Qué tienen en común estos personajes?
Todos son unos verdaderos, (dejémoslo como en el original), Badasses.
La primera que leí fue la de Pancho Villa, mejor conocido por los gringos como "Pancho Motherfucking Villa"
No podía parar a estas altas horas de la mañana. Yo pensaba dormir otro rato, pero no. Ahora no podré. Y tengo la historia grabada en mi memoria para siempre.
Porque todo depende de cómo te la cuenten. O te cuenteen. O cuentién. O chorién. O no se cómo se escriba.
Disfruten y aprendan: Badass of the Week
La cuestión es que es cuestión de actitud.
Y de cómo te la cuenten.
Este semestre en dos clases me están re-enseñando historia, en una porque el programa lo dice y en otra porque el profesor es bien grillero y se rifa contando sobre historia.
Pero ese no es el punto.
Bueno, si es el punto, la historia. Disculpen, anoche fui a una fiesta de petroleros y me siento más tonto que de costumbre.
Entonces, la historia. Todo depende de cómo te la cuenten.
¿Cómo me puedo acordar de cientos de capítulos de los simpson y sus diálogos y grandes escenas?
No lo se, tal vez la mitad de mi cerebro (esa partecita de la mitad que si funciona) sólo trabaja para esa caricatura.
Claro que si me hubieran enseñado historia como en ésta página, otra cosa hubiera sido. De mi claramente. No de la historia. A que tonto soy.
La lista empieza con DarthVader, pasando por Al Capone, Ivan Drago, Genghis Khan, George Washington, Simón Bolivar, Ramsses II, Zinedine Zidane, y muchos más.
¿Qué tienen en común estos personajes?
Todos son unos verdaderos, (dejémoslo como en el original), Badasses.
La primera que leí fue la de Pancho Villa, mejor conocido por los gringos como "Pancho Motherfucking Villa"
No podía parar a estas altas horas de la mañana. Yo pensaba dormir otro rato, pero no. Ahora no podré. Y tengo la historia grabada en mi memoria para siempre.
Porque todo depende de cómo te la cuenten. O te cuenteen. O cuentién. O chorién. O no se cómo se escriba.
Disfruten y aprendan: Badass of the Week
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