Ni siquiera se acomoda en su asiento, a la velocidad que viaja sólo son un par de minutos, después de todo nosotros pagamos con nuestro tiempo su ahorro de tiempo. Espera a que se detenga por completo, se desabrocha el cinturón.
Ni siquiera se detiene el pesero, brinca a la banqueta porque no se detendrá en el parabús, tiene prisa, el metro se detuvo cinco veces y llegará tarde a clases, el profesor cerrará la puerta cuando la tolerancia de cinco minutos se agote.
Sigue bajando. Sube a su enorme camioneta, junto a otros sujetos, que no hablan, pero lo acompañan. Se dirige a ese lugar donde estuvo algunos años, estudió un poco, o un mucho, no lo se, algo debió haber aprendido, excepto computación e inglés, porque dice que es lo que es sin saber eso, después de todo, es uno más como nosotros. Estará ahí unos momentos, es un evento de la sociedad de exalumnos, donde algunos de los personajes más poderosos, mafiosos y raros de nuestro país han estado, y ahí estarán, dando más dinero a esa sociedad, para que siga generando más como ellos, y sobre todo más como los que trabajan para ellos.
Sigue corriendo, encuentra que la facultad está atascada de gente, estorbando en los pasillos y el corre para llegar a clase, empuja a unos tipos que ven a las chicas que comen un sandwich, pero no lo nota, necesita llegar a clase, y lo bueno que no lo vio, le daría hambre, salió hace más de tres horas de su casa, más allá del otro lado de la ciudad.
Levanta su brazo rodeando su feliz barriga, para acariciarse el bigote al entrar al lugar y ver a las edecanes de la empresa petrolera más productiva del mundo, pero increíblemente... lo que todos conocemos, puede detenerse un momento, después de todo, a él lo esperaría hasta el diablo en el infierno si quisiera llegar tarde.
Llega al salón, jadeando, sudando y triste. La puerta está cerrada, su única clase del día, dura tres horas y tiene que esperar para hacer un trabajo con sus compañeros hasta unas horas después, sólo tiene una torta que trajo de casa y el dinero para regresar.
Entra y hace lo que tiene que hacer, la gente se acerca, se toman fotos con el, los sujetos que lo acompañan lo ven de lejos, no pasa nada, todo está tranquilo, es uno con ellos y ahí no le pasará nada, después de todo, es uno de ellos.
Se resigna a esperar, pasea por los stands de las empresas, le dan folletos, papeles, pelotas, plumas, y un sin fin de cosas inútiles.
Se resigna a esperar. Todavía falta el regreso, lloverá y el transporte será más lento, después de todo, el tiempo sobra, es uno de nosotros.
En el estacionamiento se acercan las cámaras, directivos de la facultad, algunas preguntas, tiene tiempo, después de todo él tiene el tiempo.
Mientras pasa ese tiempo su fortuna baja, como el 10 por ciento que bajó hace unos días por la crisis financiera provocada por los gringos. Pero no importa.
Después de todo es el sujeto más rico del planeta.
Justo cuando voy llegando lo encuentro de frente, paso a menos de un metro de el, lo veo a los ojos, justo a los ojos, me ve, trato de entrar a su cabeza, ¿qué hay adentro de ese sujeto?
8 comentarios:
tssss me gustó mucho tu post!! es como las dos caras de la moneda, el ayer, el hoy, el mañana... no sé... muy loco, pero pocamadre... qué hay adentro de ese sujeto??? no lo sé, caviar, dinero, intestinos de seda??? sólo él sabrá... lo viste directo a los ojos??? no manches, le hubieras pedido una beca, jajaja "mire le voy a decir la puritita verdad, soy ingeniero y no tengo dinero, bequeme no por ser listo o matado sino porque quiero poder ir a chupar sin problemas todos los días y comprar alguno de sus tantos artículos..." jajajajajaja
besitos mafiosos ;)
De cerca se ve tan ... común
bravo.
Sí, eso: bravo.
estoy de acuerdo, si no tuviera tanto dinero se veria como cualquier chofer de pesero. ojalá y alguien con tanto dinero hubiera estudiado en mi facultad, no estaría tan piñata.
yo tambien te aplaudo
personalidad le faltA? es como java de hut! jeje pero nos tocó perder el tiempo que el si tiene
... de quién hablan??
Chingón!
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